Siku es el nombre genérico tanto en quechua como en aymara (idiomas nativos de los andes) del instrumento musical del Sikuri y según la región se le conoce también como Jula jula,Phusa, Fusa, Pfuku-pfuku, etc. La palabra "Zampoña" que es también muy usada, surge recién durante la invasión de América; posiblemente los conquistadores al escuchar el sonido del grupo de sikus lo relacionaron con el parecido a un instrumento de la época, que era de cuerdas frotadas con una manivela a manera de violín polifónico conocido como "Zamphona" o "Samfona" y de allí con el paso del tiempo se derivó a "zampoña".
Los Sikus son flautas autóctonas americanas, su origen ocurrió hace varios siglos. Se han encontrado sus restos entre vestigios de culturas mencionadas como primitivas y en lugares tan diversos y distantes de los actuales centros tradicionales de Sikuris. Probablemente los pueblos antiguos con sus migraciones y consecuentes intercambios se encargaron de diseminarlo.
Actualmente su presencia mayoritaria es a lo largo de los Andes y cercanías; También hace presencia en algunas zonas más alejadas como por ejemplo en Panamá (cultura Cuna).
El Siku sin embargo floreció en la gran meseta andina del altiplano del Collao, allí encontró su hábitat apropiado desde el cual se proyecta a través de las épocas. La cantidad y variedad de los grupos de Sikuris en el altiplano es rica, única e impresionante que constituyen el símbolo innato de la región.
Los Sikus tienen la particularidad de estar construidos en dos partes separadas que se complementan, pues las notas de su escala musical están intercaladas entre las partes. El número de tubos de los Sikus varía, lo usual es el Ira (macho) de 6 tubos y el Arca (hembra) de 7.
La forma común del Siku es el Chakasiku (trapezoidal), aunque también hay Tablasiku (rectangular) que basicamente no difieren en lo acústico.
Cada parte de los sikus posee por lo general una segunda hilera adherida a la principal (resonadores) normalmente una octava mas alta, estas al recibir el sobrante del soplo, producen un susurro de armónicos que enriquese al sonido de los Sikus.
Los "Luriris" (maestros constructores de Sikus), logran los diversos cortes (tamaños y afinaciones) empleando técnicas y medidas heredadas, con ellas determinan el tipo de orquestación de la tropa. Actualmente debido al uso de afinación más precisa, se construyen Sikus con afinación diatónica, generalmente apuntando hacia el modo menor. Para elaborar los Sikus se utilizan unas cañas que crecen especialmente en ceja de selva, que según su tipo o procedencia pueden ser "Chuki", "Chajlla", "Quime", "Songo", "castilla", etc. En todo caso las cañas de paredes delgadas son apreciadas por su sensibilidad y cualidades tímbricas.
Si bien el Siku se puede usar en modo solista; en su forma tradicional se toca en "Tropa" (grupo de Sikuris), en este caso se orquesta con diferentes tamaños de Sikus y así se obtiene un amplio rango sonoro. Los nombres de cada tamaño pueden variar en las distintas regiones, uno bastante usado y de pequeño a grande es: Chili, Malta, Sanja, Toyo,etc. En todo caso, la Malta es la voz principal y la más numerosa en una Tropa de Sikuris.