Los materiales usados son diversos, algunos son adquiridos en la región y otros son importados; por lo general se trata de utilizar materia prima natural y adecuada para cada caso; también se aprovechan desechos reciclables que luego se transforman en algún instrumento, o parte de él. Los elementos básicos de trabajo son adquiridos en tiendas especializadas y algunas herramientas por necesidad tuvieron que ser adaptadas o inventadas.
El bambú es una planta casi milagrosa por la variedad de usos que presta y sus cualidades amigables de rendimiento; crece abundantemente en diversas regiones del mundo y probablemente sea el ser viviente de más rápido crecimiento (algunos pueden crecer hasta un metro por día); los hay de 1 a 10 metros; pero también algunos llegan a 25 m. por 30 cm. de diámetro. El bambú empleado aquí viene en gran parte del Asia y para ciertos instrumentos se recurre necesariamente a variedades provenientes de Sudamérica. Cada segmento de bambú tiene su particularidad (forma de la luz del tubo, diámetro interno, espesor de las paredes, consistencia), por eso cada instrumento de bambú es una obra única.
La planta del cocotero viene de las orillas de playas tropicales; de su fruto se extrae una pulpa comestible y agradale que alberga una bebida refrescante. En la construcción de instrumentos, es la cáscara seca la que permite hacer algunos trabajos.
En Berlín es posible conseguir madera importada en las tiendas especializadas; sin duda la madera es el estándar para la confección de diversos instrumentos musicales; pero también encontramos ramas tiradas en los bosques y restos de muebles que se prestan para el trabajo.
La técnica de decoración que más empleamos es la pirografía, a veces conbinada en collage con impresiones gráficas e incrustaciones diversas; dado el caso también usamos cuero, metales e hilos encerados. Según el tipo de instrumento las impregnaciones del acabado pueden ser tanto internas como externas, haciendo uso de aceites, ceras o lacas.